Son muchos años los que la sociedad ha mantenido la costumbre de celebrar el día de San Valentín, mundialmente conocido como día de los enamorados. Sin embargo, son muchas las personas que deciden celebrar este afamado día con un regalo especial sin conocer en modo alguno la procedencia de su creación. Es por este motivo por el que nos hemos decidido por contar la historia de San Valentín en una fecha en la que son muy pocos los días que nos quedan para celebrarlo tal y como marca nuestra tradición.
Cuenta la leyenda que San Valentín sirvió como cura en la época del emperador Claudio III. En aquellos tiempos todos los jóvenes estaban obligados a ser soldados, y para cumplir con esta normativa el emperador tomó la decisión de prohibir el matrimonio. Valentín, contrario a esta injusticia social, decidió unir en el santo sacramento a las parejas jóvenes que así lo desearan en secreto, siendo fiel a sus ideas de libertad y de libre compromiso.
Como es de suponer, Valentín fue descubierto en su incumplimiento del decreto dictado por el emperador y por ello fue encarcelado. Fue en la prisión donde conoció el amor, ya por haber desafiado la orden de Claudio III conoció a la hija del carcelero, de quien se acabó enamorando. El último día de su encarcelamiento, Valentín la escribió una carta, su primera carta de amor. Al final dejó su firma, "de tu Valentín". El paso de la historia ha convertido esta firma en popular para las parejas que se envían cartas de amor por el día de San Valentín.
Fue en el año 496 A.C cuando el papa Gelasio decidió honrar el nombre de San Valentín el 14 de febrero. A partir de entonces, el día de San Valentín se fue convirtiendo en el día en el cual las parejas de enamorados se envían mensajes de amor y así fue como San Valentín fue proclamado el patrón de los enamorados.
La cultura y el peso de las costumbres han hecho que determinados regalos adquieran un carácter romántico típico para estas fechas como pueden ser una cena romántica en un restaurante o en el ambiente relajado de una casa, una escapada a un entorno rural con encanto, un baño a la luz de las velas, un ramo de rosas, una tarjeta con un mensaje de amor... sin embargo, el regalo que nunca debe faltar es aquel que proviene del corazón y cuya mayor ilusión es sorprender y hacer feliz al otro miembro de la pareja. No es tanto el valor monetario del regalo sino el esfuerzo y el tiempo dedicado en encontrarlo, unido a una sensibilidad por las experiencias compartidas que huya de los tópicos y se base en una idea personal llena de cariño.
Son millones los debates que ha levantado la temática del amor, desde películas, historias escritas, mitos y leyendas, estudios.... el amor ha sido siempre un tema que ha levantado nuestra curiosidad, y no puede ser de otra manera cuando en un marco histórico en el que nos encontramos marcado por el odio, las guerras, los enfrentamientos y rencores, el amor consigue inspirar lo que más necesita una persona en lo más profundo de su ser: tan sólo unos segundos de ternura. ¿Quién no recuerda la letra de esa canción cuyo autor nos regaló su melodía para siempre? No podía ser otro que el multifacético artista Luis Eduardo Aute.
En un mundo de muerte, el amor resulta ser, por encima de la razón, la única fuerza capaz de superarla. Demostrando que el amor es más fuerte que la muerte al ganar aquel la batalla del paso del tiempo, el día de San Valentín se convierte en un mero reflejo de lo que significa toda una vida dedicada a otra persona.
La definición del amor bien se puede decir que es inclasificable, existiendo el amor de pareja, amor de hermanos, amor por un hijo, amor de amistad, amor en la vejez, amor pasional... y es que el amor tiene muchas caras y está influenciado por numerosas corrientes filosóficas, como son el budismo, hinduismo, cristianismo, islamismo... entre otras. Por muchas diferencias que existan entre ideologías, en lo que llegamos a ponernos de acuerdo prácticamente todos los seres de la humanidad es en que el amor, o la ausencia de él, condiciona nuestras vidas.
No solo de alimentos vive el ser humano, y para que toda persona adquiera un crecimiento integral debe rodearse de un entorno afectivo que le estimule en su desarrollo. No en vano se dice que todo recién nacido, niño y adolescente debe sentirse querido para crecer con seguridad y estabilidad. Si bien es cierto que lo más importante es la salud, después el dinero y en tercer lugar el amor, también se puede afirmar que el amor es salud, psicológicamente hablando. La mente humana nunca dejará de sorprendernos.
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