Historia de los regalos en la civilización

Conocer con exactitud donde surgió la tradición de hacer regalos, y en qué época tuvo lugar su origen es una tarea difícil por no decir casi imposible; el principal motivo por el que esto es así, es por la dificultad que hay en poder difererenciar estos primeros regalos de las transacciones comerciales de intercambios de objetos que se producían en la antigüedad; incluso ya en la prehistoria, se tienen conocimientos de redes utilizadas para transportar sílex, que posiblemente era utilizado en una economía basada en el intercambio.

Pero también y de esa misma época, se tienen conocimientos de operaciones no comerciales, con intercambio de objetos tales como amuletos, conchas y pigmentos naturales, objetos que si eran intercambiados como obsequios y sin ánimo de lucro, lo que nos hace poder hablar de los primeros regalos de los que se tiene conocimiento en la historia.

De donde si tenemos información fiable y si se puede hacer una historia completa de los primeros regalos es de las primeras sociedades gentilicias romanas y de sus relaciones familiares, donde los objetos y regalos eran utilizados a modo de vasallaje, algo que será copiado a lo largo de la historia hasta llegar a la edad media, donde se les dio el mismo uso.

Pero entre el salto de los primeros regalos de los que se tiene constancia gracias a los hallazgos arqueológicos y estas primeras sociedades romanas, existen evidencias de que en las civilizaciones y sociedades antiguas también existía este tipo de regalos y vasallaje, especialmente en la civilización egipcia donde son cientos las muestras de objetos con formas de juguetes, aseo y belleza personal, además de escritos en los que se muestra este intercambio de objetos y regalos.

Y de las grandes y misteriosas historias de los regalos, y su paso por las edades del hombre, nos llegan grandes regalos que han marcado y marcaran la historia de las personas a pesar del paso de los siglos, como es el caso del regalo que ofrecieron los Griegos a los Troyanos, y que gracias a él sirvió como victoria en última instancia a los Griegos, el famoso regalo Caballo de Troya.